Goyas

Blanco versus negro versus nude. Estilo griego vs vestidos ajustados de manga larga y cuello redondo. Más joyones de lo habitual, peinados imposibles y como siempre la cutre de turno. Así fue la alfombra de los Goya. En el fondo muy sosa porque… todas iban iguales. Eso sí, la de este año ha sido más elegante que las anteriores. Aunque esto, a su vez, es una pena. Unos Goya sin el traje basura de Paz Vega o sin ministras vestidas por su peor enemigo no tienen tanta gracia, ¿verdad?.

MIS PREFERIDAS


Elena Anaya: La perfección. El vestido de Lanvin, el cinturón dorado, el collar en forma de águila, el peinado, su cara, su voz tan dulce, su talento. What else? Por cierto, hasta ahora yo siempre había prohibido los collares en los cuellos asimétricos para que lucieran más, pero Elena me ha dado una lección de moda. Sí se puede. Eso sí, que sea resultón. Nada de una gargantilla finita y discreta.

María Valverde: Arriesgado este Dior. Vale, lo acepto. Pero lo supo lucir muy bien (peinado discreto por ejemplo). Y tiene algo que me atrapa. Las mangas tal vez.

Manuela Velasco: Otro atrevido pero que me pareció de lo mejor de la noche por innovador y elegante a la vez. En este caso tejido chiffon con bordados de pedrería y cristal obra de Carolina Herrera. Ah, y fijaos en el contraste del bolso.

TAMBIÉN PERFECTAS


Verónica Echegui: Se merecería ir en la categoría anterior pero como su estilismo es muy parecido al de Elena, la pongo aquí para que no quede muy repetitivo. La diferencia es que éste era un Gucci palabra de honor, con cinturón dorado en forma de flor, clutch también dorado y el pelo suelto. Eso sí, el de Elena es más especial (el corte griego, el collar…) y por eso la he elegido a ella y no a Verónica como la mejor de la noche.

Leticia Dolera: Ya sabéis que me encantan los vestidos ceñidos de manga larga y cuello redondo. Si además le añadimos unas acertadas transparencias, un anillo que contrasta y un peinado interesante, el resultado es perfecto. El vestido, por cierto, es de Cortana.

Silvia Abascal: Su presencia fue inesperada después de sufrir un ictus hace diez meses. Confieso que a mí también me emocionó verla y cuánto me alegro que eligiera este bonito diseño rosa palo de Lorenzo Caprile para así poderla incluir entre las mejores.  Eso sí, ¿le haría este vestido a partir de un retal del traje de Letizia para la boda de Guillermo y Kate?


Leonor Watling: De las pocas que también arriesgó acertadamente. Me encanta este vestido un poco retro (por el detalle del hombro digo) de Miriam Ocariz.

Toni Acosta: No lo puedo remediar, me gusta este estilo.

Marisa Paredes: Me encanta el color y creo que es un vestido muy moderno y acertado para una mujer mayor. La manga de gasa esconde cualquier imperfección pero al ser del mismo color que el traje queda bien y no parece un añadido/pegote.

ABURRIDAS


Clara Lago: Estoy hasta el moño de Elie Saab y Zuhair Murad. Que sí, que sus vestidos de pedrería son muy bonitos (y me encantaría tener uno) pero a estas alturas me parecen todos iguales. Este es de Murad.

Michelle Jenner: Éste también.

Goya Toledo: Goya, en cambio, es super fiel a Elie.

MENCIÓN ESPECIAL


Salma Hayek: Este año tuvimos una buena dosis de glamour internacional. Salma, cómo no, iba de la casa (de una de las marcas de su marido, quiero decir). En este caso Gucci. Bien, me gustó mucho la melena salvaje, pero el escote era un poco demasiado. Los tirantes parecían que se iban a romper en caulquier segundo.

Victoria Abril: Victoria es ya casi más francesa que española, de ahí que la incluya en esta categoría.  Tampoco puedo criticarla por su vestido plateado con cinturón y una sola mega manga. Victoria se merece su propia categoría.

Melanie Griffith: Supongo que Melanie se preguntó: “¿Qué me pongo?”. Y como dudaba, se lo puso todo: abrigo, cola, raso, manga acampanada, escote estilo condesa, joyón y flores en 3-D. ‘Ale, let’s go to the Goyas’.

SE LUCIERON


Pilar López de Ayala: Definitivamente, a esta chica le gusta arriesgar. El vestido es de Nina Ricci. El peinado… mejor no decirlo.

Belén Rueda: Sólo diré que me recordó a Jane Fonda. Creo que con esto está todo dicho.

Inma Cuesta: Qué pena suspender a Juanjo Oliva. ¿Qué te ha pasado, Juanjo? Esos hombros no son propios de ti. El peinado tampoco tiene perdón.

EL TOQUE IBÉRICO


Lucía Jiménez: Ay, Luci. Que mal me sabe que fueras lo opuesto a Elena Anaya…

Judith Colell: Es la vicepresidenta de la Academia de Cine. Puesto que no está acostumbrada a la alfombra roja, no nos ensañaremos mucho con la gasa que se puso encima.

Macarena Gómez: Sobran palabras para este baby-doll de capas superpuestas.

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